EL MISTERIO DEL CALENTAMIENTO GLOBAL

Por Adolfo Cristian Farizano

SOLDADOS - BUENOS AIRES, ARGENTINA, 8 de septiembre de 1999 “Pese a la explosión de conocimientos de los últimos años, el cambio climático es aún un frustrante misterio” (William L. Allen). Muchas veces lo urgente nos hace pasar por alto cosas importantes. A menudo no profundizamos en el conocimiento de asuntos que, si bien son difundidos por los medios de comunicación, no logran focalizar nuestro interés, pero podrían tener significativas consecuencias a mediano y largo plazo, como las provenientes del supuesto calentamiento global del planeta. Seguramente no las sufriremos nosotros en toda su intensidad, pero sí nuestros descendientes.
Cursando la Materia Transporte y Calidad de Vida de la Maestría en Transporte de la Escuela Superior Superior Técnica, tomé contacto directo con éste y otros problemas locales, regionales y mundiales relacionados con el transporte. El fenómeno que nos ocupa consiste en el aumento de la temperatura media anual mundial en forma permanente.
Para los científicos el estudio del clima es uno de los campos más debatidos de la investigación moderna. La Tierra tiene una temperatura media que permite la existencia de seres vivos. Si esa magnitud aumentase o descendiese más allá de límites razonables, se producirían alteraciones climáticas de consecuencias graves y se crearían condiciones que hasta podrían imposibilitar la continuación de la vida de gran parte de los seres vivos.
Existen diversas teorías que procuran dar una explicación del fenómeno dado en llamar Calentamiento Global del Planeta, pero no se ha difundido un trabajo completo de análisis y comparación de las mismas, que permita saber si el efecto final es el producto de la suma de los efectos particulares que cada teoría preconiza, o si existe una que pueda tener un peso significativo mayor que las otras.
Las posibilidades que se presentan son: atribuir el fenómeno a causas naturales, a la actividad de los seres vivos o a una combinación de ambas. Analizando la cuantiosa literatura referida al mundo real de los fenómenos climáticos, nos enfrentamos a un conjunto de datos que, por lo menos a simple vista, carecen de sentido por sus contradicciones. De lo que se trata es de obtener una visión completa desde todos los ángulos, con centro de gravedad en el Efecto Invernadero.
Una de las teorías responsabiliza a la actividad humana, materializada por la emisiones de gases derivados principalmente del transporte, la actividad industrial, la deforestación y la ganadería, las que acentúan el proceso conocido como Efecto Invernadero.
Otra teoría sostiene que el calentamiento global del planeta podría deberse s los ciclos naturales de calentamiento y enfriamiento del planeta. Con el devenir del tiempo geológico y sin la intervención de la humanidad, la temperatura ha oscilado entre frío y calor. Pero si bien los científicos hablan sobre la existencia de ciclos naturales a través de miles de millones de años, podríamos estar alterando el ritmo por nuestra dependencia de los combustibles fósiles.
Una tercera teoría expresa que son los fenómenos solares los que provocan el aumento de la temperatura media global. A esto se suma la deforestación, que disminuye significativamente la capacidad de absorción del anhídrido carbónico. Otros estudios incluso, consideran que en lugar de un incremento hay una disminución de la temperatura por efecto del polvillo en suspensión en la atmósfera.
Como se ve, diferentes teorías intentan explicar el mismo fenómeno en forma completa, ignorando a las otras. De esta manera se pierde la posibilidad de detectar la causa determinante y que puede hacer la humanidad para evitar la catástrofe que se produciría si no pudiera detenerse este proceso. En caso de que obedezca a causas naturales, incontrolables, habría que imaginar las medidas que se podrían adoptar para disminuir a la mínima expresión los efectos del presunto cataclismo. Y si es controlable, se trataría de ver qué acciones se deberían aplicar, con que grado de urgencia, la globalidad de las mismas, la obligatoriedad de su adopción y los controles a ejercer por la comunidad internacional.
La determinación de esto es trascendental, dado que en el caso de comprobarse que los Transportes son los causantes de una importante porción del fenómeno, deberían ser urgentemente rediseñados a escala mundial, entre otras cosas, en cuanto a sus fuentes de energía.Publicado en el Periódico SOLDADOS, Medio Ambiente, Pág 8, el 08 de septiembre de 1999, Buenos Aires, Argentina.

Ninguna de mis publicaciones sobre este tema se refiere a ningún país en particular, ya que este es un fenómeno global. Oportunamente me referiré al caso específico de cada país dentro del contexto mundial.

LA NATURALEZA Y LA ACTIVIDAD HUMANA

Por Adolfo Cristian Farizano

UNIÓN - SANTO TOME – CORRIENTES – ARGENTINA, 18 de enero de 1998 Muchas veces lo urgente nos hace ver muy superficialmente o pasar por alto cosas importantes. Exigencias de la vida diaria, problemas económicos, casos resonantes de violencia, corrupción, eventos deportivos, políticos u otros temas, copan el centro de nuestra atención porque son actuales y de consecuencias inmediatas.
Por ello, a menudo no profundizamos en el conocimiento de asuntos que, si bien son difundidos por los Medios de Comunicación Social, no logran focalizar nuestro interés, pero tendrán consecuencias a largo plazo como las provenientes del Recalentamiento Global del Planeta, que no sufriremos nosotros en toda su intensidad, sino nuestros descendientes.
Cursando la Materia Transporte y Calidad de Vida de un Magíster en Transporte, tomé contacto directo con éste y otros problemas locales, regionales y mundiales a los que había conocido previamente en forma muy tangencial. Habiendo profundizado y seguido estos temas, quise contribuir humildemente con uno de ellos con este periódico, atento a los cambios climáticos que estamos viviendo atribuidos a la Corriente “El Niño”.
De la investigación bibliográfica realizada, este escrito contiene solo una sintética formulación del problema.
El fenómeno que nos ocupa consiste en el aumento de la temperatura media mundial, en forma permanente.
Para intentar explicarlo se han elaborado diversas teorías.
Una de ellas responsabiliza a la emisión de gases derivados principalmente de la actividad industrial, el transporte y la deforestación, que acentúa el proceso conocido como Efecto Invernadero. Recordemos que el Efecto Invernadero es naturalmente producido cuando la radiación solar rebota sobre la superficie del planeta y parte del calor queda atrapado en la atmósfera, permitiendo la existencia de vida en la Tierra.
Otra teoría sostiene que podría deberse a los Ciclos históricos de calentamiento y enfriamiento del planeta.
Otros consideran que en lugar de incremento, hay una disminución de la temperatura de la Tierra por efecto del polvillo en suspensión en la atmósfera.
Algunos predican que no está probado que exista el Efecto Invernadero y que el mismo es un invento interesado.
Lo que queda por definir es si este abanico de teorías resulta contradictorio o complementario.
Lo verdaderamente importante es saber si está en manos de los seres humanos la capacidad de accionar sobre las causas para evitar llegar al “límite en que la naturaleza” reaccione sin retorno, provocando alteraciones que resulten catastróficas para la humanidad.
Las últimas reuniones mundiales para analizar éste y otros temas candentes, fueron la Cumbre de la Tierra (Río de Janeiro – 1992) y la Cumbre de Kyoto a fines de 1997.
La próxima Cumbre se realizaría en Argentina a fines de 1998
*Publicado en el Periódico “Unión” Nº 111 de Santo Tomé – Corrientes – Argentina, el 15 de enero de 1998.

Ninguna de mis publicaciones sobre este tema se refiere a ningún país en particular, ya que este es un fenómeno global. Oportunamente me referiré al caso específico de cada país dentro del contexto mundial.